Camino de Los Puentes Colgantes

 

Con el nombre de Camino de los Puentes Colgantes se conoce a la antigua ruta que une al Mina Clavero con Villa Carlos Paz, es decir, une los Valles de Traslasierra y Punilla. Su característica sobresaliente, que le da el nombre, es la existencia de varios puentes colgantes erigidos para salvar el cruce de arroyos de montaña.

La particular geografía de la provincia de Córdoba, con el imponente cordón montañoso de las Sierras Grandes actuando como barrera divisoria de su territorio, dificultó durante centurias las comunicaciones entre las poblaciones ubicadas al este y al oeste de las Cumbres de Achala. El gran impulsor del desarrollo del Valle de Traslasierra fue el Cura Brochero, quien insistió con vehemencia en el año 1883 ante la presidencia del Dr. Miguel Angel Juárez Célman para lograr la construcción de mejores caminos.

En el año 1914 se completaron los estudios y los primeros proyectos para construir un camino por las Sierras Grandes, que permitiera el paso de automóviles siguiendo las huellas de una senda pública de herradura que era utilizada por caminantes, jinetes a lomo de caballos y de mulas. Se estableció que el camino tendría un ancho de cinco o seis metros, contaría con pircas de defensa para evitar los cortes por corrientes de agua, drenajes, vados, alcantarillas y puentes colgantes.

El 3 de enero de 1915 se dio por iniciada la obra en un acto realizado en la casa de Don Carlos Nicandro Paz. Presidió la ceremonia el entonces Gobernador de Córdoba Ramón J. Cárcano, quien expresó en uno de los párrafos de su discurso: El camino de las Cumbres es también el camino de lo bello. Arranca del borde del lago, diamante líquido contenido entre colinas verdes; atraviesa valles de cultivo, florestas primitivas, quebradas oscuras, puentes colgantes sobre torrentes bravíos, cimas doradas por el sol y donde descansan las nubes, cadenas dentadas inmóviles y silenciosas; corre, sube, baja. Gira, vuelve, avanza, se oculta, aparece, continúa y llega.

La obra de casi 93 km se licitó en seis tramos, algunos de realización simultánea, que fueron adjudicados a Dámaso García, Agustín Maury, Pedro Ortiz y Osvaldo Payer, siendo responsabilidad de José B. Barros la ejecución de los 120 metros de Puentes Colgantes.

El proyecto previó la construcción de una casilla de mampostería de piedra al pie de Copina, para alojamiento de los troperos en caso de mal tiempo, y un corral.

Además se colocaron dos monolitos de piedra, uno en Copina y otro en la Pampa de Achala con las siguientes inscripciones:

  • COPINA / ALTURA SOBRE EL MAR 1.448 m / CORDOBA 73 Km (sic) / MINA CLAVERO 60 Km / 1915.
  • CAMINO DE LAS CUMBRES / 1915 / PAMPA DE ACHALA / 2.200 mts. (sic) SOBRE EL MAR.

Como concluía su período de gobierno y tenía que entregar el mando a su sucesor, el Dr. Ramón J. Cárcano inauguró las cuatro etapas realizadas, en el paraje denominado Las Ensenadas, en plena Pampa de Achala, el 2 de marzo de 1916. Una caravana de sesenta automóviles encabezada por Cárcano se encaminaron hacia el lugar, mientras que desde el Valle de Traslasierra concurrieron numerosas personas en mulas y caballos, porque no se había realizado todavía ese tramo del camino.

En dicho acto el Fray José María Liqueno expresaba en un parrafo de su discurso: El camino se abre espléndido, avasallador y triunfante. Viene a responder la misión que se le destina: de ser medio de perfección y de cultura, instrumento para extender el reino de la verdad y de la fraternidad entre las almas, vínculo para estrechar los miembros dispersos de la gran familia cordobesa en una sola comunidad de ideas y sentimientos, para ser, en fin, portador de la esplendida civilización que nos sonríe.

Tras la dura batalla de los obreros, piedra por piedra, la obra fue finalizada en 1918 y se inauguró oficialmente el 22 de octubre de dicho año, en un acto realizado en la Ciudad de Villa Dolores que fue presidido por el gobernador Julio C. Borda.

La construcción del camino en esa época fue toda una proeza. Los hombres debieron vencer la montaña con herramientas de mano y explosivos, pero el esfuerzo dio sus frutos y rompió el aislamiento de los pueblos del oeste cordobés.

Un periodista que cubrió la información del acto inaugural escribía: Vamos ascendiendo por un intrincado laberinto de curvas cerradas, rápidas, violentas, en un inconcebible gambeteo a la muerte que amenaza a cada momento tras el balcón de piedra que defiende la ruta.

La espectacularidad del sinuoso recorrido por la montaña, el cruce de los puentes colgantes y el desafío de sus imponentes precipicios, han hecho de una parte singular de este camino un clásico del automovilismo de montaña. Corriéndose todos los años en el mismo dos de los prymes más espectaculares del Rally Internacional, los mismos son Mina Clavero-Giulio Cesare y El Condor-Copina.